Aunque te escondas en los madrigales
(entumecido por el esfuerzo de la noche)
no tardará la lechuza en darte caza
qué madrigales, no son los que tu sueñas
son los que el campo dibuja y eres
párvulo entre sus tierras: como costras
secándose al sol el mosto en gotas
resbalando por la frente del campesino;
sus raíces, rompen camisas y piden el alma
a cambio: cicatrices
¿qué entiendes tú de marcas?
-no conoces otra sangre que la que derramas-
enseñas tus heridas mamando lejos de esta guerra
tu néctar es el agua en geranios del ciego
su sudor, la queja del tuerto por ver demasiado
¿qué sabes tú de la muerte y del hierro
perdido en tus semillas?
¿qué sabes de la vida y de la tos amarilla?
Aunque remuevas el mantillo
con tus deditos –infante-
ni el más peregrino de los alamillos a la orilla
querría arañarte la mejilla
Tus madrigales –niño- aunque creas
no son más que el lindo escenario
de un pobre sicario
PD: echo de menos tus comentarios, te echo de menos. Dame señales desde tu blue parrot particular.